Analizar las acciones para aprender de ellas es una necesidad de los movimientos sociales por ello la gente de la Marea roja Alacant echamos en falta un análisis global del proceso de la ILP por la Renta Básica. Con la intención de contribuir a ese necesario análisis publicamos este texto de la compa Nano. Un abrazo, la redacción.
Ha pasado un tiempo, más de dos meses, desde que finalizara la recogida de firmas de la ILP por la Renta Básica y se echa en falta un análisis tanto sobre el trabajo realizado como sobre los resultados, un análisis que permita sacar enseñanzas de cara a las tareas que se nos avecinan.
La ILP desde el principio se afrontó de diversas maneras según los colectivos participantes, maneras que podríamos agrupar en dos planteamientos: Uno como una tarea más dentro de un proceso de visibilización de la precariedad, la exclusión y la pobreza, representada principalmente, pero no solo, por los colectivos coordinados en Baladre. Otro como una herramienta destinada a crear una estructura organizativa de personas desempleadas y precarizadas, capaz de aglutinar a la mayoría de ellas.
Desde el principio chocaron ambas posturas, para unas el movimiento contra el paro y la precariedad era un paraguas para desarrollar una acción, la ILP, para los otros era el embrión de un movimiento de masas. Dichas posturas denotaban grandes diferencias en la visión de como afrontar la acción social, diferencias que quedaron patentes a lo largo del casi año y medio que duró el trabajo conjunto.
Por ello era de gran importancia llevar a cabo dicha valoración. Pero analizar los resultados sin conocer los datos concretos por territorios es algo complejo, puede llevar a errores y no permite sopesar cual de las dos posturas tiene más claro el proceso de cambio social tan necesario para acabar con la precariedad, la exclusión y la pobreza, y sentar las bases para un nuevo modelo de convivencia.
El hecho es que los datos conocidos, los que fueron comunicados por los medios que nos dimos de coordinación, corresponden en su inmensa mayoría a territorios donde el peso del trabajo lo llevaron colectivos coordinados en Baladre (Vigo, Santander, Málaga, Canarias, País Valencià, Murcia) colectivos que, como ya se ha dicho, se plantearon la ILP como un trabajo más, pero que en la medida de sus posibilidades los llevaron a cabo y ahí están sus resultados, genera dudas sobre el planteamiento general de la otra postura, no se conocen sus datos ni han llevado a cabo un análisis de los mismos.
Para los colectivos coordinados en Baladre, los resultados, analizados desde la perspectiva con la que se tomaron la ILP, son bastante positivos, pues gracias a ella la Renta básica ha sido difundida en sus territorios y se ha generado un debate bastante positivo, ha sacado a la luz la realidad de la pobreza y la nula validez de las soluciones planteadas por el sistema.
Mas desde la perspectiva de utilizar la ILP para generar un movimiento de masas, los resultados son bastante decepcionantes, son resultados que no dan opción a ningún movimiento de masas y más si consideramos que la mayoría de los firmantes no fueron personas con intención de militar sino personas que solo ven con buenos ojos la propuesta.
¿Qué ha ocurrido entonces? Es difícil de responder a esta pregunta, pero leyendo el acta de la asamblea del 22 de marzo del Movimiento contra el Paro, la Precariedad y la Pobreza (asamblea a la que los colectivos coordinados en Baladre no acudimos, pues como dijimos al principio no estábamos por la creación de dicho movimiento) podemos intuir algo al comprobar que el primer punto de dicha asamblea, la valoración de la ILP, se pasó por alto, entrando directamente a la creación de una nueva estructura que aglutinará a todas las masas precarizadas del mundo mundial: “La Marea Básica”. Intuición que se corporiza más cuando dos meses después los datos por territorios no han sido publicados ¿habrán hecho el listado? No lo sabemos.
Quizás otra posibilidad sea que el terreno no estaba suficientemente trabajado, que no era el momento para abordar una ILP con garantías. En caso de ser así el planteamiento con el que abordamos la ILP los colectivos coordinados en Baladre (herramienta para enredarnos con la gente, entablar relaciones, introducir una cuña para cuestionar la obligatoriedad del empleo como eje de la vida, etc...) sería el acertado: La ILP como escusa en la que no importaba el resultado numérico, importaba el trabajo realizado, pues como dicen las compas de Vigo, la ILP ha permitido que la Renta Básica, esta herramienta al servicio de la transformación social, diera un tirón y dejara de ser algo marginal para pasar a estar en el centro del debate político.
Llegado a este punto del análisis, lo importante es compartir el trabajo realizado entorno a la ILP para aprender entre todas y sacar conclusiones interesantes. Cuando hablo de compartir insto a todos los colectivos implicados en la ILP ha plasmar con que criterios afrontaron la misma así como los resultados, tanto numéricos como cualitativos obtenidos.
En el País Valencià no existió una coordinación a lo largo del proceso, pero al terminar si se llevó a cabo una Trobada, junto con las compas de Murcia, para hacer una valoración y ver que perspectivas conjuntas se abrían. A la Trobada acudimos 8 colectivos, cinco de ellos coordinados en Baladre (Ca revolta, Camot, El Parke, Cgt Murcia y Marea roja Alacant) y tres no (PAH de Ontinyent, PAH Valencia y Asamblea Precarias Camp de Morvedre) Como conclusión y sin datos generales obtenidos, se planteo trabajar el tema de las Oficinas de Información de Derechos Sociales para anclar la lucha por la renta básica en la realidad concreta de las personas en exclusión.
Sobre los datos, solo puedo informar con cierto detalle de los datos de las comarcas del sur del País Valencia, lo que oficialmente el régimen llama provincia de Alicante, pues los colectivos allí implicados creamos una plataforma de coordinación. Las firmas obtenidas fueron 9.041, unas 5.000 de ellas recogidas en la ciudad de Alacant. En el proceso de recogida, dimos más de 12 charlas, pusimos más de 50 puntos de recogida de firmas (martes Universidad, jueves Servef, dos sábados al mes mercadillos, otros sábados plazas o calles concurridas) en las que principalmente informábamos y debatíamos con la gente. Durante el proceso aprendimos mucho y contactamos con personas dispuestas a colaborar con nosotras en otras tareas. Ahora estamos embarcados en la puesta en marcha de la Oficina de Información y denuncia sobre Derechos Sociales y algunas de esas personas se han puesto a colaborar con nosotras.
Quizás no sean grandes cosas, pero son pasos, pasos que permiten seguir en la lucha, clarificar el proceso. Nos vemos en las calles.
Nano