Asamblea Asturiana poles Rentes Básiques.- En demasiadas ocasiones, los colectivos u organizaciones implicados en las diferentes dinámicas de lucha social reducimos nuestro marco de pensamiento a un conjunto de ideas y prácticas heredadas.
Las propuestas que cuestionan ese marco suelen percibirse con desconfianza, calificándolas en muchos casos como utópicas, en sentido peyorativo. Olvidamos (en parte debido al ataque permanente a nuestra memoria colectiva) que el edificio de derechos sociales bajo el que vivimos en este momento y que conocemos como Estado del Bienestar, representa la construcción real de ideas y aspiraciones que en otros momentos de la historia también fueron desacreditadas por considerarlas irrealizables. Desde la jornada laboral de 8 horas hasta el derecho a una pensión de jubilación.
Actualmente vivimos una crisis entre las dinámicas de reproducción del capital que facilitan la acumulación de riqueza por parte de determinadas élites económicas y los procesos necesarios para la reproducción de la vida del conjunto de la población. Para afrontar esta realidad deberíamos apostar por propuestas transformadoras que permitan situar la lucha por una vida digna y las condiciones necesarias para sostenerla en el centro de nuestras prácticas políticas.
En este sentido, la publicación elaborada por la Asamblea Asturiana por las Rentas Básicas Valtar imposibles, construyir utopíes. Estudiu de viabilidá de la Renta Básica de les iguales n'Asturies es una invitación a recorrer un camino juntas y reflexionar colectivamente sobre aquello que parece lejano y utópico.
La lectura crítica y anticapitalista del derecho a la Renta Básica tiene un largo recorrido en Asturies, vinculado de manera evidente a la lucha social de diversos colectivos a lo largo de los últimos años. Debemos matizar que cuando hablamos de Renta Básica de las iguales nos referimos al derecho que tiene cada persona, por el hecho de nacer, a percibir periódicamente una cantidad económica suficiente (de igual cuantía para todas las personas y equivalente al umbral de la pobreza) que le permita cubrir sus necesidades materiales básicas. Es un derecho individual (no familiar); universal (no contributivo y para todas las personas); incondicional (independiente del nivel de ingresos y el mercado de trabajo). Al mismo tiempo, una parte de este ingreso económico se dedicaría a constituir un Fondo Común de Renta Básica, destinado a financiar necesidades colectivas (educación, salud, infraestructuras, transporte, servicios o equipamientos para colectivos especiales, etc), y sería gestionado a través de la comunidad por medio de procesos de participación colectiva.
Para afrontar la tarea de evaluar la viabilidad de esta propuesta, desde la asamblea apostamos por desarrollar un estudio entendido como un proceso colectivo (superando las limitaciones que las elaboraciones intelectuales individuales, estrictamente técnicas o académicas conllevan) que permitiese profundizar sobre dos aspectos que generaban una preocupación constante en los múltiples debates celebrados sobre el tema a lo largo de los últimos años. Por un lado, las consecuencias sociales de la implantación de este derecho, y por otro, las condiciones económicas necesarias para facilitar su implementación en un territorio como Asturies.
El análisis de la percepción social de este nuevo derecho se realizó a partir de la celebración de distintos grupos de discusión y entrevistas que permitieron elaborar un diagnostico compartido de la situación social y económica de Asturies. En general se percibía con cierto pesimismo la realidad económica actual, con referencias constantes a la falta de expectativas laborales, la precariedad dentro del mercado de trabajo y la incertidumbre vital permanente. Una parte de este malestar se ve aliviado por la solidaridad intergeneracional y familiar que se puede desarrollar gracias al soporte material que suponen todavía (aunque cada vez en menor medida) las pensiones de jubilación asociadas a determinados sectores industriales. Ante la falta de esperanza en el futuro, la emigración pasa a convertirse en una opción prioritaria para la gente más joven que sirve para acelerar la pérdida y el envejecimiento progresivo de la población.
Frente a este marco, la propuesta de Renta Básica de las iguales era percibida como una llave que abriría múltiples posibilidades en distintos niveles. En cuanto al ámbito individual, fueron constantes las referencias a los beneficios sobre la salud mental de las personas, disminuyendo la ansiedad y la inseguridad personal, sobre todo a la hora de enfrentarse al mercado laboral. Esto podría generar consecuencias también sobre el contexto social, facilitando la posibilidad de desplegar iniciativas económicas colectivas que contribuyesen a frenar la dinámica de emigración laboral e impulsando la tarea de construir una alternativa económica y social al modelo capitalista que padecemos.
El conjunto de posibilidades y dudas enumeradas por las personas participantes en el estudio reafirma el convencimiento de que el mayor desafío al que se enfrenta la propuesta sigue siendo la construcción de un imaginario colectivo alternativo en el que la existencia de este derecho sea percibida como necesaria por una amplia mayoría social.
Frente a las dudas que suele generar la existencia de recursos financieros suficientes para hacer viable económicamente este derecho para toda la población asturiana, la propuesta que hacemos en este estudio de viabilidad apuesta por desplegar un proceso de implementación a largo plazo, al que denominamos Programa de Implantación de la Renta Básica de las iguales (2021-2040), y que estaría estructurado en varias fases. En la primera, denominada Fase de Emergencia Social (2021-2025), deberíamos dedicar recursos económicos suficientes para garantizar este derecho al sector de población en situación de pobreza, exclusión social o vulnerabilidad social y económica, cuantificado aproximadamente en 255.655 personas. Estaríamos hablando del 27,7 % de la población asturiana, entre las que se encontrarían las personas beneficiarias del Salario Social Básico, las desempleadas sin cobertura, pensionistas con ingresos por debajo del umbral de pobreza, y aquellas trabajadoras con bajos ingresos.
En las fases posteriores se iría incorporando el resto de la población de manera progresiva hasta llegar a un escenario social en el que todos los habitantes de Asturies disfruten de este nuevo derecho.
Desarrollar un proceso gradual de estas características nos permitiría hacer frente a los problemas sociales o económicos que puedan ir surgiendo, realizando las modificaciones técnicas financieras oportunas y necesarias para asegurar su implementación y haciendo las correcciones necesarias para no perder el carácter transformador ni la voluntad anticapitalista del proceso.
Para elaborar el marco de financiación necesario, partimos de visibilizar lo que la visión androcéntrica de la ciencia económica tiende a ocultar. Las condiciones que permiten generar la riqueza de los territorios son posibles gracias al despliegue de un conjunto de procesos donde participan los conocimientos científicos, la educación y salud del conjunto de la población trabajadora, la tecnología e infraestructuras financiadas a través de los presupuestos públicos, y por supuesto el trabajo de cuidados invisibilizado, mayoritariamente desarrollado por mujeres. Es una dinámica en la que participamos todas las personas de diferentes formas a lo largo de nuestra vida. En consecuencia, defendemos que los recursos económicos necesarios podrían obtenerse mediante una profunda reestructuración y reasignación del gasto público, y de la financiación a través de la modificación del sistema fiscal para incorporar nuevos recursos fiscales. A partir de este análisis consideramos que en estos momentos en Asturies existe riqueza suficiente para comenzar la implementación de la primera Fase de Emergencia Social mencionada anteriormente.
Complementando el análisis de viabilidad descrito anteriormente, también incorporamos diferentes reflexiones sobre este derecho, elaboradas desde distintos ámbitos sociales, incluyendo un conjunto de datos históricos y económicos que ayuden a tener una visión clara del tipo de sociedad en la que vivimos y a entender las condiciones sociales de las que partimos a la hora de construir nuevas propuestas alternativas.
No deberíamos perder de vista que el reto al que nos enfrentamos es generar otro imaginario acerca de nuestro poder en cuanto comunidad para articular acciones encaminadas a sostener vidas plenas y soberanas, en equilibrio con la naturaleza.
Esperamos que el proceso colectivo que compartimos en esta publicación, Valtar imposibles, construyir utopies. Estudiu de viabilidá de la Renta Básica de les iguales n'Asturies, sirva no solo para continuar enriqueciendo el debate sobre la propuesta de Renta Básica de las iguales, sino para generar las condiciones que nos permitan derribar los imposibles que limitan nuestra acción colectiva y facilitar la tarea de construir colectivamente la utopía de una Asturies alternativa, que sea el reflejo de una sociedad nueva, en un mundo nuevo.
Para que lo imposible pueda hacerse realidad, primero hay que atreverse a imaginarlo, a nombrarlo, a reflexionar cómo serían nuestras vidas desde esas coordenadas. Este texto es una invitación a hacerlo: ¿empezamos?
Para profundizar en esta cuestión puede consultarse el libro Renta Básica de las iguales. De la centralidad del empleo, a la centralidad de la vida. editado por Coordinación Baladre. Y el artículo relacionado publicado en Contracorriente Nº 44 (Febrero 2018).
Publicado en la revista de la Corriente Sindical D'Izquierda Nº 50 Abril 2020