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Renta Básica de las Iguales · Oinarrizko Errenta · Renda Bàsica de les Iguals · Renda Básica das Iguais · Basic Income for Equal Citizens

Primer Manifiesto

Ante la sociedad del desamparo

Nuestras sociedades combinan la existencia de pocas y grandes fortunas con numerosas y extremas bolsas de pobreza. La precariedad laboral y los porcentajes de paro que a menudo llegan en Europa hasta los dos dígitos, con una proporción creciente del de larga duración, son datos que se han convertido en permanentes. El paro en general y el de larga duración en especial es la principal causa de pobreza en nuestras sociedades, que se traduce, entre otras realidades, en la inaccesibilidad a la vivienda para amplios sectores de la población, especialmente para buena parte de la juventud. La población que oficialmente está comprendida dentro de la pobreza, -definida como el intervalo en que se encuentra la parte de la ciudadanía que recibe ingresos inferiores al 50% de la renta media del lugar en el que vive-, representa proporciones muy grandes. En el caso del área geográfica del Estado español se da el doble de tasa de paro de la media europea y el triple de la tasa de precariedad, casi el 20% de la población se encuentra por debajo del umbral estadístico de la pobreza. El actual proceso de construcción europea subordina estas necesidades sociales a la estabilidad monetaria.

Las nuevas tecnologías y la globalización económica permiten enormes aumentos de la productividad del trabajo, sin embargo estos aumentos sirven para expulsar del mercado de trabajo a cantidades crecientes de trabajadores.

Como el producto por excelencia de la economía de mercado es el beneficio del capital, el mercado de trabajo sólo considera útiles a aquellos trabajadores que son necesarios para la producción de dicho beneficio. Incluso le viene bien la presión de los excluidos sobre los ocupados para hacer tender a la baja las condiciones de los estables.

El modelo económico actual nos propone, como solución a la precariedad y a la pobreza, aumentar las expectativas de beneficio empresarial porque así habrá inversión, crecimiento económico, aumento del empleo y bienestar social. Esta propuesta que aparece como una verdad inapelable no se corresponde con la realidad. Sin embargo, casi nadie osa contradecirla.

En este marco se produce una dualización creciente en el mercado de trabajo. Esta dualización consiste en la división del conjunto de los trabajadores, por una parte, en un núcleo central con empleo fijo, salarios elevados y una tendencia creciente a la movilidad funcional y geográfica y, por otra parte, una serie de capas de empleo cada vez más flexible y precario, generalmente contratada a tiempo parcial o mediante contrato por obra, autónomos o empleados de empresas subsidiarias de la central, la cual subcontrata sus servicios, y donde los derechos laborales y los salarios son mucho más precarios.

La propuesta de la Renta Básica

Como una iniciativa contra la situación esbozada anteriormente, proponemos una Renta Básica pagada por el Estado. Esta Renta Básica se caracteriza por ser un derecho ciudadano, individual, universal e incondicional.

Derecho ciudadano (incluidos los inmigrantes) y no resultado de la caridad, solidaridad o beneficencia. Individual y no familiar. Universal porque se recibe por toda la ciudadanía. Incondicional en varios sentidos:

  1. otorgado al individuo en tanto que ciudadano y no como trabajador real o potencial,
  2. no dependiente de otros posibles ingresos, evitando así la trampa de la pobreza que penaliza la aceptación de cualquier actividad renumerada con la pérdida de la prestación,y
  3. no dependiente de las circunstancias familiares.

La RB, concebida así, recibe varias denominaciones, cuyos contenidos difieren muy poco y tienen en común la búsqueda de respuestas ante los fenómenos masivos de precarización y pobreza producidos por el capitalismo actual: Ingreso Universal, Ingreso Incondicional, Subsidio Universal Garantizado, Dividendo Social, Ingreso Social, Salario Social, Ingreso Básico, etc.

La RB se distingue de cualquier subsidio condicional al no exigir ninguna contrapartida a cambio. Como por ejemplo, la Renta Mínima de lnserción que en muchas comunidades autónomas se otorga a familias sujetas a programas de inserción en el mercado de trabajo.

A la hora de hablar sobre la RB interesa distinguir varios conceptos de trabajo:

  1. Trabajo remunerado en el mercado de trabajo, cuya gran parte es el trabajo asalariado.
  2. Trabajo doméstico.
  3. Actividades sociales no ligadas directamente a la producción.

El derecho a percibir una renta no se deriva exclusivamente del ejercicio de un trabajo remunerado en el mercado, sino de la realización de cualquier tipo de actividad útil socialmente.

Once razones a favor de la Renta Básica

  1. La lucha por la RE en el Estado español se enfrenta, aquí y ahora, con la lógica del capitalismo globalizado, causante de la expoliación de los países más pobres y de la degradación de la naturaleza.
  2. La RB pemitirá desarrollar las actuales prestaciones del Estado del bienestar con mayor justicia, eficacia y equidad, en la línea de ampliación de los derechos humanos, económicos y sociales.
  3. La RB ampliará la libertad real de los ciudadanos permitiéndoles dosificar según sus deseos los diferentes tipos de trabajo y ocio. Aumentará el poder contractual de los trabajadores al eliminar la división social entre precarios y estables.
  4. La RB ayudará a la revalorización de una serie de actividades esenciales para la sociedad y que ahora no se retribuyen, como el trabajo doméstico y voluntario. Una implantación de la RB favorecerá un reparto del trabajo doméstico más equitativo entre los sexos.
  5. La RB, que implicará una renta social, se apoya en el hecho de que la producción de riqueza actual no es individual sino social.
  6. La RB permitirá superar las trampas del paro y de la pobreza.
  7. La RB reducirá el control y los costos de administración, impidiendo que gran parte del dinero de programas contra la pobreza sean absorvidos por la burocracia.
  8. La RB al tener el rango de derecho ciudadano. eliminará el estigma asociado a los subsidios condicionales.
  9. La RB permitirá combinar el derecho ciudadano a una vida digna con el derecho a un trabajo digno para quien elija esta opción.
  10. La RB aportará una respuesta parcial a las necesidades de casi 2 millones de personas que. estando en desempleo forzoso en el área geográfica del Estado español, no cobran prestación ni subsidio algunos.
  11. La RB brindará una cierta defensa frente a las penosas condiciones que imponen los contratos precarios, que se aprovechan del estado de necesidad de millones de personas. Si la cuantía de la RB es al menos igual o mayor que el umbral de pobreza, muy pocas personas aceptarán un contrato basura.

La movilización necesaria en defensa de la Renta Básica

La RB no es la panacea para solucionar todos los problemas sociales actuales. Una implantación de la RB tendrá unas consecuencias sociales no completamente previsibles, como toda propuesta de cambio social, si no es muy parcial y localizada. Entre las consecuencias no conocidas previamente y la necesidad de actuar para solucionar determinadas situaciones se da una tensión evidente. La RB tiene la virtud de avanzar una propuesta de lucha contra la precariedad, la pobreza y la exclusión social.

La fuerza de la RB no solamente está basada en el rigor intelectual de las razones que la fundamentan sino que también surge del movimiento real de grupos y redes que trabajan y luchan para erradicar la pobreza y la exclusión social. Igualmente, concebimos el debate de la RB como un instrumento más para la transformación social, desde dentro del movimiento real, de los procesos de lucha y convergencia social.

Barcelona, 14 de noviembre de 1998.