El trabajo general como justificación de la Renta Básica

Solapas principales

José Iglesias Fernández

A Miguel Sánchez Padrón, para estimular su afinada crítica

Ben sei que non hai nada novo embaixo do ceo, que antes outros pensaron as cosas que ora eu penso. Rosalía de Castro

0. INTRODUCCION

En este artículo nos proponemos explicar como la apropiación del trabajo general es otra de las fuentes de justificación de la Renta Básica (RB).

Dos de las características determinantes del sistema capitalista son la apropiación privada de los recursos productivos (bienes naturales y conocimiento) y la mercantilización de toda la actividad humana. El objetivo que motiva a los capitalistas al desear controlar todos estos recursos productivos, no es la satisfacción de las necesidades humanas sino su propio beneficio individual. Sin el control privado de los recursos naturales y del conocimiento colectivo, la mercantilización de la vida humana quedaría muy reducida, y la posibilidad de realizar beneficios privados todavía más.

En este artículo, repetimos, pretendemos explicar cual es el proceso por el cual los capitalistas han ido convirtiendo el conocimiento colectivo en mercancía, como han ido apropiándolo y privatizándolo progresivamente, hasta conseguir aislar a las personas de la posibilidad de satisfacer una buena parte de sus necesidades, y como esta exclusión de los recursos productivos supone el total desamparo de las personas y la total dependencia de la mayoría de la población a las leyes del mercado, a los objetivos que exige la realización de beneficios.

Por tanto, intentaremos fundamentar como la apropiación privada del conocimiento por parte del capitalismo fue posible mediante:

a) La mercantilizacion del conocimiento común: artes, oficios, profesiones, adquiridas a través de las escuelas, los talleres, los centros de enseñanza superior e universitaria, los laboratorios y centros de investigación.

b) La apropiación de la ciencia y la tecnología por el capital y la separación del conocimiento del trabajador, que dejan "la intervención del obrero reducida a simples funciones de control, alimentación y mantenimiento".

c) Y la mercantilización de la investigación tecnológica, tanto de los procesos de innovación y aplicación, como del control de los sistemas de producción; la ciencia y la técnica no dejan de ser, a su vez, mercancías producidas y desarrolladas por cada uno de los sucesivos sistemas o modos de producción.

 

Asimismo, intentaremos argumentar como la apropiación privada de un bien colectivo, de un recurso que pertenece a todos, y que es indispensable para la sobrevivencia humana, justifica la implantación de la RB. Es decir, la expropiación de un recurso que es imprescindible en la actualidad para la sobrevivencia de las personas obliga al sistema capitalista a proporcionar a los expropiados una renta que los compense períodicamente de esta pérdida, y que su cantidad sea suficiente como para que puedan cubrir totalmente las necesidades materiales.

1. TRABAJO GENERAL

El saber

Para la humanidad, pasar del mito al logos supuso una revolución en el lenguaje. Supuso ir mas allá del empleo de la palabra que daba un nombre, que enumeraba las acciones o los seres; supuso pasar a la utilización de la idea, concepto mas rico en expresión, y cuya validez o verdad debía ser argumentada. Hasta el logos, los hechos naturales, sociales, culturales y biológicos eran descriptos en forma de mito; a partir de la idea, tales acontecimientos había que, podían ser explicados e interpretados, argumentando sobre su naturaleza, sus causas y consecuencias, su posible devenir histórico.

El desarrollo y acumulación de las ideas ha ido creando un fondo de conocimiento común; un saber compartido por cada comunidad que, con el paso del tiempo, fue creando los fundamentos de lo que habitualmente conocemos como técnica y ciencia, como conocimiento técnico y científico, como trabajo general. Actualmente, este desarrollo del trabajo general podemos estudiarlo desde la filosofía de la ciencia, desde la teoria del conocimiento, es decir, desde la epistemología.

Ahora bien, es a partir de "una época relativamente moderna (cuando) se descubre la vinculación que une la mecánica, la física y la química con el artesanado (seria mejor decir, con la industria). En los tiempos antiguos, a las ciencias se les contraponían prejuicios. En 1772 Bekman usó por primera vez el término tecnología. Entre los artesanos las reglas y las experiencias se transmitían de maestros a aprendices y oficiales; de ahí que se derive una tradición conservadora, en el sentido de continuar con la apropiación privada del saber, del trabajo general".1

Trabajo general, ciencia y tecnología

"En 1845, durante su estancia en Bélgica, Marx abordó por primera vez los problemas de la técnica en el marco de la división del trabajo, del empleo de las máquinas en la producción y de los efectos del desarrollo tecnológico sobre la condición obrera, acometiendo el estudio de la economía política, y de algunos escritores dedicados al análisis de la técnica de la producción contemporánea".

"Los términos división del trabajo, capital fijo, máquinas e instrumentos ya habían sido elaborados por la historia de la técnica y sobretodo por la economía política: Marx pone el acento en la distinción y, en el limite, en la contraposición entre máquina e instrumento en su valor de uso y en su valor de cambio en cuanto capital fijo, determinado por las relaciones de producción. Siguiendo los pasos de A. Ure, el análisis técnico no se detiene en el funcionamiento de la máquina, sino que coloca en primer plano la relación entre capital y fuerza de trabajo y las modificaciones que entraña el uso capitalista, el desarrollo tanto de las máquinas como de la fuerza de trabajo".

Marx llama trabajo general a "todo trabajo científico, todo descubrimiento, todo invento. Está condicionado en parte por la cooperación con seres vivos, y en parte por la utilización de los trabajos predecesores". El capital se apropia de la ciencia y de la técnica, no ciertamente en cuanto "ciencia del capital" sino en cuanto ciencia, y determina sus usos y sus orientaciones en el proceso de valorización. Como categoría de referencia, en cuanto abstracción determinada históricamente, el trabajo abstracto o general representa el producto especifico del desarrollo de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción de la gran industria, una estructura basada también en la tecnología como elemento especifico y característico".

"Mediante el control sucesivo del desarrollo técnico, de la transformación de los instrumentos en máquinas, de la incorporación progresiva de la ciencia a los procesos productivos, de la investigación y desarrollo de las nuevas tecnologías, así como con la aplicación de las innovaciones tecnológicas, lo que el capital ha venido consolidando es la apropiación del trabajo general y, con ello, la docilidad, la disciplina, y la explotación de las fuerza de trabajo". Esta apropiación continua del trabajo general, no solamente va integrando los aspectos del desarrollo de la técnica dentro de la transformación de las relaciones de producción, sino que también contribuye a reforzar al capital en el dominio y control de los procesos productivos, distributivos y financieros del sistema capitalista.

De su análisis del funcionamiento del sistema capitalista, Marx deduce los siguientes hechos: a) "Por una parte, el desarrollo de las ciencia naturales (que forman, por lo demás, la base de cualquier conocimiento), como el de cualquier noción (que se refiera al proceso productivo) ocurre nuevamente sobre la base de la producción capitalista que por primera vez les proporciona en gran medida a las ciencias los medios materiales de investigación, de observación, de experimentación. Ya que las ciencias son utilizadas por el capital como medio de enriquecimiento y se convierten, por tanto, ellas mismas en medios de enriquecimiento aun para los hombres que se ocupan del desarrollo de las ciencias; los hombres de ciencia se hacen competencia reciproca en el intento de encontrar una aplicación práctica a la ciencia".
b) "Por otra parte, la invención se convierte en una especie de artesanado. Por esto, junto con la producción capitalista se desarrolla, por primera vez y de manera consciente, el factor científico a cierto nivel, se emplea y se constituye en dimensiones que no se podían concebir en épocas anteriores". Ciertamente. Si Marx hubiera escrito este capítulo en esta etapa histórica del capitalismo, no hubiera seguramente relacionado las invenciones con el sistema artesanal, sino que, como desarrolla en el Capítulo Primero del Capital, uno de los rasgos esenciales del sistema capitalista es que toda su actividad consiste en convertir a las personas y a los bienes y servicios en meras mercancías: la ciencia y su desarrollo, las innovaciones tecnológicas y sus aplicaciones, no son más que simples mercancías producidas en el marco del sistema productivo; los científicos son fuerza de trabajo complejo, con capacidad de producir plustrabajo para el capitalista, contenida en las mercancías ciencia y tecnología.

2. PROCESO DE APROPIACIÓN DEL TRABAJO GENERAL Y MARGINACIÓN DEL TRABAJADOR DEL PROCESO PRODUCTIVO

En la medida en "que el proceso productivo asume cada vez mas en la gran industria como base para la producción, no el tiempo de trabajo directo del hombre, sino la apropiación de su propio conocimiento, su comprensión de la naturaleza y su dominio sobre la misma, y en la medida en que la fuerza de trabajo se halla cada vez mas alejada en este proceso, puesta como supervisor y regulador con respecto al proceso de producción mismo, el robo de tiempo de trabajo ajeno, sobre el cual se funda la riqueza actual, aparece, cada vez mas, como una base miserable comparado con este fundamento (de las tecnologías) recién desarrolladas, creadas por la gran industria misma". Con la apropiación de la ciencia y la tecnología, la intervención del obrero se reduce a funciones de control, alimentación y mantenimiento.... En el proceso de producción, el instrumento de trabajo se transforma en máquina, en una existencia adecuada al capital fijo y al capital en general. La máquina es la dueña en lugar de la habilidad y la fuerza del obrero, es ella misma la virtuosa, posee un alma propia presente en las leyes mecánicas que operan en ella; es la que impone sus propios ritmos al trabajo vivo del obrero; la que reduce la actividad del obrero a mera abstracción; la que incorpora la ciencia, que no existe en la conciencia del obrero, como poder de la máquina sobre él".

"La máquina ha permitido superar, desde su punto de vista, los principios de la división del trabajo, exaltados por Adam Smith: en la base de la organización de la manufactura se encontraba la habilidad artesanal del obrero adulto de sexo masculino, cuya aportación productiva era suplantada ahora por las máquinas en las condiciones propias de las fabricas, que solo exigían docilidad y destreza por parte del obrero y, por otro lado, la aplicación del código rígido de la fabrica. De ahí la defensa que hace el capital de la posibilidad de emplear las mujeres y los niños (con la intención de abaratar la fuerza de trabajo masculina), de la prolongación de los horarios, la exaltación de las posibilidades ofrecidas por las innovaciones técnicas para doblegar la resistencia obrera".

"La máquina reduce el número de obreros ocupados por un determinado capital. Por lo cual, si por una parte eleva la tasa de plusvalor, por la otra disminuye su masa, ya que reduce el numero de obreros ocupados simultáneamente por un determinado capital. Pero el aumento de la fuerza productiva y, en consecuencia, la caída de los precios de las mercancías y la devaluación de la fuerza de trabajo, le permiten a ese mismo capital comprar más fuerza de trabajo. De esta manera no solo aumenta la tasa de plusvalor (correspondiente a cada uno de los obreros), sino también el numero de los obreros explotados simultáneamente por el mismo capital".

Se deduce, entonces, que "la adopción de las máquinas tiene por objeto disminuir el tiempo necesario para la reproducción de la fuerza de trabajo... Y, en términos de ciencia y tecnología, "el aumento de capital constante se realiza para aumentar el tiempo de trabajo excedente, ya sea a través de la prolongación de la jornada de trabajo, ya sea a través de la intensificación del ritmo y la saturación de los tiempos muertos y el uso de las máquinas en función antiobrera".

La contradicción entre tecnología y fuerza de trabajo, "entre capital y trabajo asalariado se desarrolla hasta su completa contraposición, en cuanto el capital no solo es el medio de devaluación de la fuerza de trabajo viva, sino también el medio de transformación de esta última, al hacerla completamente superflua en determinados procesos, o al reducirla al menor numero posible. De este modo, el trabajo necesario se transforma directamente en población superflua, ya que no sirve para obtener plustrabajo" La sumisión del trabajo del hombre de carne y hueso al capital, la absorción de su trabajo por parte del capital, absorción en que esta encerrada la esencia de la producción capitalista, interviene aquí como un hecho tecnológico".

En resumen, Marx acaba señalando que, como "el capital no crea la ciencia, sino que la explota apropiándose de ella en el proceso productivo, se produce, simultáneamente, la separación entre la ciencia, en cuanto ciencia aplicada a la producción, y el trabajo directo, mientras en las fases anteriores de la producción la experiencia y el intercambio limitado de los conocimientos estaban ligados directamente con el trabajo mismo" La ciencia interviene como fuerza ajena, hostil al trabajo, al que domina y cuya aplicación es, por una parte, acumulación y, por la otra, desarrollo científico de testimonios, de observaciones, de secretos del artesanado, adquiridos por vías experimentales, por el análisis del proceso productivo y aplicación de las ciencias naturales al proceso material productivo; y como tal, se basa, del mismo modo, en la separación de las fuerzas espirituales del proceso respecto a los conocimientos, testimonios y capacidades del obrero individual, y como la acumulación y el desarrollo de las condiciones de producción y su transformación en capital se basan en la privación del obrero de estas condiciones, en la separación del obrero respecto de las mismas"

El capital se apoya en múltiples procesos para defender la apropiación privada del trabajo general (ciencia técnica e investigación) que se va generando en el proceso productivo como una mercancía más. Además de la incorporación de la ciencia y la tecnología en las máquinas, otro de estos procesos consiste en la implantación jurídica de los llamados derechos de autor o copyright. Mediante la utilización de instrumento legales como las patentes (o franquicias), consigue mantener y defender la separación entre fuerza de trabajo y conocimiento, de forma que las poblaciones no puedan disponer de los recursos materiales que necesitan para vivir: materias primas y herramientas. Patentada una forma de saber, producir, vender, investigar, etc, un capitalista puede impedir a cualquier otra empresa o persona hacer lo mismo:

  • "A", que posee un terreno, sabe y cosecha una determinada clase de patatas o maíz;
  • "B", que posee otro terreno, sabe, quiere y planta esa determinada clase de patatas o maíz;
  • "A", patenta antes que "B" el saber o knowhow de esa determinada clase de patatas o maíz. El sistema jurídico concede a "A" a titulo privado los derechos de autor, con lo cual "A" impide a "B" plantar patatas o maíz en su propio terreno, aun teniendo el mismo conocimiento común. Si "B" no sabe como cultivar otro tipo de productos, su fuerza de trabajo, su trabajo general y su otro recurso la tierra, se quedan en el paro, o en la llamada obsolescencia profesional y tecnológica.


3. TRABAJO GENERAL Y RENTA BÁSICA

En otros trabajos,2 hemos explicado las razones por las cuales la apropiación de los recursos naturales justifica la existencia de la RB, debido a la expulsión de la gran mayoría de ciudadanos de la tierra, y del libre uso de los recursos naturales, unos bienes que son patrimonio de la Humanidad. Asimismo, el trabajo general, al ser igualmente apropiado por los capitalistas, otro de los recursos productivos expropiados y que pertenece a todos los ciudadanos presentes y de todas las generaciones que están por llegar, refuerza la justificación ética de la RB

La apropiación conjunta de estos dos recursos productivos, recursos naturales y trabajo general, por parte del capital tiene un tercer impacto; permite al capital decidir sobre la composición orgánica del capital, sobre el volumen de trabajo asalariado que desea emplear. Y como hemos comentado anteriormente, en la lógica del sistema capitalista, el descubrimiento y aplicación de las nuevas tecnologías hace que aumente el uso del capital fijo con respecto al variable, que devalúe la fuerza de trabajo vivo, que haga superfluo el trabajo asalariado, marginando cada vez mas a la población asalariada del proceso productivo.

En resumen, no hemos de olvidar que "cuando el capital enrola la ciencia a su servicio, la mano rebelde del trabajo aprende siempre a ser dócil" (A. Ure); el trabajador queda atrapado por el sistema debido a la dependencia del mismo para poder sobrevivir. Por tanto, esta es otra fuente de argumentos que viene a justificar la necesidad de implantar la RB, tanto por su naturaleza redistributiva como por su capacidad de movilización contra el capitalismo. Y acabar recordando como la RB no es una reivindicación corporativa sino universal; una reivindicación que busca beneficiar a todos los ciudadanos por un igual.

Barcelona, verano del 2000



Notas.
1. La explicación de la apropiación del trabajo general por parte del capital que aparece en este epígrafe está fundamentada literalmente en el trabajo de K. Marx, Capital y Tecnología: Manuscritos inéditos (1861-1863). Terra Nova. México 1980, así como en la introducción que hace Piero Bolchini en el mismo: Karl Marx y la historia de la técnica. Los párrafos copiados de ambos autores aparecen entre comillas como es habitual; de este modo, evitamos que el texto se llene de innecesarias citas repetidas. Podría matizarse más el texto incluyendo las propias reflexiones de Marx en los Borradores y en, desarrolladas posteriormente, El Capital.

2. Véanse, entre otros, José Iglesias Fernández. El derecho ciudadano a la renta básica. Libros de la catarata. Madrid 1998, y Ante la falta de derechos, Renta Básica ¡Ya!. Editorial Virus, Barcelona 2000.